La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite obligatorio que deben realizar todos los vehículos para garantizar su correcto funcionamiento y cumplir con las normas de seguridad y emisiones establecidas por la legislación. La frecuencia con la que se debe pasar la ITV varía según el tipo de vehículo y su antigüedad.

Los vehículos particulares deben pasar la ITV por primera vez a los 4 años de su matriculación y posteriormente cada 2 años. Sin embargo, a partir de los 10 años, la ITV se debe realizar anualmente.

En el caso de vehículos destinados al transporte de mercancías o pasajeros, la primera ITV se realiza a los 2 años de su matriculación y luego cada año. Esto se debe a que este tipo de vehículos están sometidos a un mayor desgaste y deben tener un mantenimiento más estricto debido a su uso intensivo.

Los vehículos agrícolas también están sujetos a la ITV, pero su frecuencia de inspección es distinta. Estos vehículos deben pasar la ITV por primera vez a los 8 años de su matriculación y luego cada 4 años. Esto se debe a que suelen tener un uso más ocasional y se considera que su desgaste es menor.

En cuanto a los vehículos de dos ruedas, como motocicletas y ciclomotores, la ITV se debe realizar por primera vez a los 4 años de matriculación y después cada 2 años. Al igual que los vehículos particulares, a partir de los 10 años la frecuencia de inspección es anual.

Es importante destacar que la ITV es obligatoria y que la responsabilidad de pasar la inspección recae en el propietario del vehículo. No cumplir con este requisito puede acarrear sanciones económicas y la retirada de la circulación del vehículo. Por tanto, es fundamental estar al tanto de las fechas y cumplir con las inspecciones correspondientes para garantizar la seguridad en las carreteras.